El precio de ser fuerte todo el tiempo
Desde fuera, lo tienes todo bajo control.
Eres quien resuelve, quien sostiene, quien sigue adelante sin importar lo que pase.
Te felicitan por tu resiliencia, te admiran por tu capacidad de aguante.
Pero hay algo que nadie sabe: ser fuerte todo el tiempo, agota.
Y no porque no puedas con todo.
Sino porque, en el fondo, tú también necesitas un espacio donde poder relajarte.
💡 ¿Cuánto hace que no te permites ser vulnerable?
No hablo de perder el control ni de renunciar a lo que has construido.
Hablo de darte permiso para:
✔️ No tener todas las respuestas.
✔️ Decir “esto me supera” sin sentir culpa.
✔️ Dejar de demostrar tu valor cada día, porque ya eres suficiente.
El liderazgo no se trata solo de inspirar, guiar o tomar decisiones.
También se trata de saber cuándo necesitas apoyo y permitirte recibirlo.
🎯 ¿Dónde encuentras tu refugio?
🔹 Algunos lo encuentran en la familia, pero no quieren preocuparlos.
🔹 Otros en su equipo, pero sienten que deben ser el pilar inquebrantable.
🔹 Y otros ni siquiera han pensado en esto, porque están demasiado ocupados sosteniendo todo lo demás.
Si no te cuidas tú, no podrás sostener a nadie más.
Hoy, haz algo para ti. Algo que no sea productivo. Algo que no tenga un objetivo de negocio. Simplemente haz algo que te devuelva un poco de paz.
📩 Si esto te ha resonado, dime: ¿Cuándo fue la última vez que te permitiste descansar sin sentir culpa?
Y si conoces a alguien que necesita leer esto, hazle un favor: compárteselo. A veces, un recordatorio compasivo cambia más que mil consejos.